Catalogodiseño

Oct 18, 2013
admin

LOVO published in the spanish architectural web site “catalogodiseño, visibilidad creativa”:

“LOVO: Refugio Uterino, écru architetti” by Álvaro Sáez.

http://www.catalogodiseno.com/2013/10/18/lovo-refugio-uterino-ecru-architetti/

Diseño y construcción de un “refugio” para el futuro hotel biodegradable y temporal en el Parque Multifuncional Agrícola de Paduli (PMAP) en Lecce, Italia.

LOVO es un espacio cálido, seguro, redescubierto. Es también una dimensión sin geometría. Se sabe que no existe geometría que ayude a diseñar un huevo, por lo que para calcular el círculo y la esfera se utilizó la fórmula de “pi”, sin embargo, para la forma perfecta que genera vida no existen los ángulos.  Es un hecho que es una dimensión inmensurable en la que el hombre encuentra vida en un camino que lo lleva de regreso a la etapa embrionaria,  pero que esta vez lo hace de manera consciente y recordando el futuro.

LOVO es una dimensión uterina hecha de senderos y de una atmósfera desconocida, que lleva al ser humano a un poético viaje de regreso al origen de la vida en contacto con la naturaleza. Es un modo natural e inevitable de volver a la etapa prenatal en la que hombres y mujeres, inmersos en un estado amniótico, se redescubren en medio de un microcosmos en el que “el comienzo” toma forma y se convierte en algo tangible.

LOVO es un huevo cósmico que representa al óvulo, es un útero, un nicho, un refugio. Por lo tanto, el proyecto “nació” con el propósito de reconstruir un arquetipo y una habitación emocional  en la que hombres y mujeres puedan volver a su origen, en un lugar que los aleja del mundo exterior.

En este sentido LOVO es un refugio que pretende alejar a las personas de las circunstancias caóticas externas, ya que en el medio de éste está el  punto de término más alto y el más auténtico significado de la vida.

De este modo, ambos cuerpos se mezclan en el acto del amor, e incluso los orígenes y la naturaleza de la región de  Puglia se diluyen en una antigua estratagema. Es por esto que el parque de Paduli juega un rol protagónico. Los olivos se convierten en la raíz sólida, la base de este elemento sin enfoque que es LOVO. En efecto, imaginar un proyecto en el centro del parque de Paduli no puede excluir la presencia de los olivos como método de origen del proyecto.
LOVO es una especie de burbuja estratificada que se introduce en un follaje que se puede cruzar y descubrir.

LOVO está conformado por dos capas o “membranas”. La capa más externa representa la cáscara del huevo, de color blanco y compacto, pero poroso y frágil a la vez. La capa interna, a diferencia de un diafragma libre, más denso y opaco, representa la yema de huevo.
LA “yema” es exactamente el corazón líquido del proyecto, la dimensión espacial y poética de la investigación. En el centro, el tronco del olivo es el asidero a la tierra, el centro de gravedad de las dos membranas.

Para la capa externa de LOVO se utilizó una marquesina gruesa, como la malla blanca que se utiliza por lo general para recolectar aceitunas en agricultura. Estas malla están unidas a una estructura formada por plantas arundo donax, también conocidas como la “caña común”, que se unieron para crear un círculo que se introduce en la fronda del olivo. Estas mallas caen al suelo, a una estructura hecha de caña, similar a la estructura de la parte superior, y actúa como contra peso para mantener las mallas estiradas, y así comenzar a crear una especie de barrera transparente que separa el interior y el exterior.

Se realizó el mismo trabajo para el interior del espacio, con el fin de dar soporte a la marquesina hecha de una malla naranja, la misma que se utiliza para cosechar aceitunas. El sentido de usar ambos materiales es, una vez más, evocativo: Las mallas para la cosecha de aceitunas contienen la fruta y la protegen del contacto con la tierra.

La “habitación” interior está hecha con sacos de yute rellenos de heno, con los que se crea una gran superficie blanda, y una lámpara, que funciona con el aceite que se obtiene de las aceitunas, a modo de crear una atmósfera romántica y placentera.
El proyecto  considera hacer más de una habitación y crear una pequeña aldea en la zona que se caracteriza por tener líneas, caminos e itinerarios sinuosos formados por piedras y rocas.
Durante la noche los elementos se iluminan y revelan una luz cálida y nebulosa, lo que convierte a LOVO  en una especie de farol  dentro el paisaje.